MERECIÓ LA PENA
Ya sé que todo es fugaz,
que el absurdo tictac de la vida
extingue el aliento vital,
arrumbando al olvido
al Ser que respira detrás.
El Ser que habita el desván
donde guarda la luz de luna
y sueña que es viento estelar,
sobreviviendo al día
que todo lo deja atrás.
El Ser que dibuja su epitafio en el mar
con el trazo indeleble de una ola de espuma y sal:
“Siempre pensé que la vida es bella,
pero nunca imaginé que terminaría así,
a pesar de todo mereció la pena.”
Mereció la pena vivir sólo por tus besos,
mereció la pena reír, igual que llorar,
mereció la pena creer en el sueño
de que merece la pena vivir.
